sábado, 8 de enero de 2011

Lo que significa ser normal y NO SER ABOGADO

Sí, tengo toda la razón, ser chileno normal y NO SER ABOGADO significa muchísimo. Superficialmente hablando, significa que al ser normal te respetan, pero no como a un abogado, ya que un abogado siempre hasta el último de sus días va por la vida con una imponente cara de querella, que es esa misma cara de seriedad intelectualoide que intimida a cualquiera y que por consecuencia te hará tomar cierta distancia.

No ser abogado significa entender el lenguaje de la vida: coloquial/simple/cotidiano, por lo tanto si algún día te notifican desde un tribunal por algún motivo a tu domicilio, no entenderás ni una puta huevada, porque así es la vida del ser normal... (estamos condenados).
Al abogado como regla principal desde antaño (aunque nunca lo reconoce) le ha gustado enormemente resguardar su vocabulario, protegerlo y por sobre todas las cosas comportarse como un extranjero en un grupo social, te doy un ejemplo:

Hay un grupo de personas normales y de repente un par de abogados discuten un asunto jurídico, entonces ahí, no dudes de que esos dos abogados se preocuparán de utilizar las palabras más extravagantes y exóticas para parecer casi "extranjeros" y así ser admirados por esos "hablantes nativos", en fin, es como el lenguaje de las abejas o el de los delfines, sólo alguien como Hockett (un lingüista) podría explicar y analizar esto.

Pero esta misma "gente rara" se ha servido de la Ley misma para resguardar esta clase  de tecnicismos jurídicos tan incognoscibles para el resto de la comunidad. Generalmente, es decir, casi todas las veces los escritos que van dirigidos a las personas normales, nótese "no abogados" siempre versan acerca de distintas acciones, repito, de una manera ininteligible para muchos y que incluso puede conllevar a que un individuo normal padezca una crisis nerviosa.



Esto lo digo a propósito de un vecino no entendido en la materia, al que le llegó una notificación por escrito y que estaba casi a punto de suicidarse por haber comprendido mal lo que se señalaba en la citación... Pobre hombre como él deben haber miles en este país, el pobre creía que el juez ya lo había condenado, siendo que al contrario, estaba todo bien y no era más que una notificación para que se presentara a una audiencia.

Yo no sé en qué están las autoridades legislativas que no hacen nada al respecto, yaaa sí está bien:"dime como hablas y te diré quien eres" es válido, es aceptable que usen su lengua en donde existan hablantes tan diestros como ellos, pero no es justo que a una persona de bajo nivel educativo o a un no estudioso del tema, le vengas a hablar de "apercibimientos, avenimientos,  costas, apelaciones,  y autos". !ES ESCANDALOSO!

Propongo ACERCAR EL DERECHO A LA GENTE, pero... ¿a quién le importa esto? los sueldos están bastante reguleques como para andarse preocupando de hacer bien la pega.

Por último mándennos un traductor a nosotros los normales para que podamos entender un poquito... Quizás una una nueva carrera rentable sea "TÉCNICO EN TRADUCCIÓN DE TECNICISMOS JURÍDICOS", y ojalá que nunca se avispen de esto los institutos chantas, que hasta de eso son capaces, me imagino.


¡No señores! de nada le sirve a la gente normal ver a la Dra. Polo y a la Jueza chilena, ¡de nada nos sirve!, háblennos de manera normal por dios!, no tenemos ánimos de arrebatarles su trabajo, ni mucho menos de aprender esa larga lista incomprensible que ustedes sólo luego de 5 años pueden llegar a memorizar.




2 comentarios:

Shemyr dijo...

Fabricar una carrera de traductores es la peor solución. Sería como pagar un abogado extra, o como un pre-universatario. Un tapadero de pifias que la especie se ha permitido conservar.

Sería, entonces, un par de instituciones innecesarias. Con el pre-universitario ya es suficiente.

Sí. Es complicado. Pero en vez de invertir en soluciones postmodernas, yo quiero educar, cosa que la generación siguiente tenga el lenguaje que se debiera tener al egresar de secundaria y que cuando sean más grandes puedan taparle la boca a cualquier juez, y más aún, salvo para los trámites únicamente necesarios, hagan las cosas bien y jamás necesiten un abogado.

Tu texto aporta mucho, es un ejemplo de la inmadurez País. Y tu idea es buena para fomentar la empresa.
Si nadie se puso las pilas para educar en palabras antes, yo quiero hacerlo.
Tú sabes usar tildes, debieras hacerlo también.

S.

Nauseabunda Crónica dijo...

Claramente estimado o estimada (aún no sé tu sexo), la solución está en EDUCAR.
Cuando mencioné la supuesta carrera de traductores lo hice intentando ironizar acerca de los institutos y centros de formación técnica de ahora, que inventan carreras orientadas a cualquier "necesidad inventada".